TRIP: El Jem

Estuve hace algunos veranos durante unas dos semanas. Participé en los talleres precedentes al "Festival Découvertes Tunisie 21 d'El Jem" y fué una experiencia enriquecedora.
Éste festival es una de las citas más importantes en Túnez y el momento de esplendor de este pequeño pueblo.
Os lo recomiendo porque es la oportunidad de escuchar a numerosos músicos del Mediterraneo de gran calidad.
El gran reclamo turístico de El Jem es la conservación de su anfiteatro romano, que merece la pena visitar. Se trata de uno de los últimos anfiteatros romanos construidos y unos de los pocos que han conservado el foso de los leones aún visible en la actualidad.
Este monumento es la suerte y la desgracia de El Jem, porque normalmente los turistas visitan este pueblo solo durante una o dos horas como máximo y se olvidan de apreciar o interesarse por el otro atractivo de El Jem: la fabricación de mosaicos.
A la salida de El Jem hay una antigua casa señorial romana reconstruida para albergar el Museo de Mosaicos. Éstos se encuentran en muy buen estado, y permiten viajar al pasado y vivir la época de esplendor de este pueblo durante el Imperio Romano.
Y la tradición se ha mantenido viva. Hay numerosos talleres y profesionales que áun se dedican a éste arte, y es impresionante vérlos trabajar.
Por otra parte, era la primera vez que viajaba a un país árabe, y la aceptación fué inmediata y cálida. Todas mis expectativas quedaron superadas por las muestras de afecto y de respeto que recibí. Eso sí, hay los típicos tenderos que hacen lo imposible por venderte qualquier cosa, pero es lógico. En general permiten el regateo y lo acompañan con una conversación ligera y educada, que puede llegar a ser muy divertida. No os precupéis por el idioma, son gente expresiva y si os queréis entender no habrá ningún problema: el hambre agudiza el ingenio, y son habitantes con dotes comerciales.
Así que ya sabéis, El Jem es un pueblo pequeño y alejado de las grandes ciudades, pero alberga un encanto tunecino original, sin adulterar, que os permitirá conocer y entender mejor la realidad que se vive, siempre que el turista sea también respetuoso, agradable y cordial.